Después de la derrota de Poitiers, el delfín Charles convoca a los Estados Generales en 1356 y en 1357, para obtener nuevos subsidios, pero los diputados del tercero estado, aprovechando la decadencia de la nobleza, reclaman una gran parte en el Gobierno.
El preboste de los negociantes, es decir, el alcalde de París, Étienne Marcel, levanta al pueblo, se apodera del poder, maltrata el delfín, luego le deja imprudentemente escaparse de París.
El populacho desencadenada, y los campesinos de los alrededores, implicados por el ejemplo, cometen espantosos excesos, pero los nobles reanudan pronto la parte; se destroza a los campesinos, a pesar de las ayudas que reciben Parisienses, por millares, se despueblan algunos cantones enteros.
Al mismo tiempo Étienne Marcel, que quiere abrió las puertas de París a Charles lo Malo, para hacerlo rey, es matado por los Parisienses, y el delfín, que reunió a un ejército, vuelve a entrar en París sin resistencia (1358).
Edouard, a quien el delfín se niega a abandonar la mitad de Francia, descarga de nuevo en Calais, cruza la Picardía y la Champaña (1360), y amenaza París; por último, desesperándose de atraer a los Franceses fuera de sus lugares de guerra, ofrece al delfín condiciones muy duras aún, pero que Francia agotada acepta con alegría; por el Tratado de Brétigny (1360), el Guyenne, Lemosín, el Saintonge, el De Angulema, el Poitou y la ciudad de Calais se ceden a Inglaterra; el rey Jean cubre la libertad.