La historia interior del reino de Luis XV está aún más triste que la historia de las guerras.
Una revolución es inevitable.
Los órdenes privilegiados, nobleza y clero, gozan aún de derechos feudales que no merecen ya por sus servicios.
Se aplasta al pueblo de impuestos y con todo el Tesoro es vacío.
La justicia es muy desigual, según el país y la condición de las personas; los acusados y condenados se los someten a la tortura.
El enganche la milicia el sorteo se reclutan el ejército de línea, y por entre los pobres; los grados se reservan al nobles.
Los derechos son absolutos; el rey, rodeado con su tribunal, es como sobre la humanidad.
Tales instituciones están en desacuerdo con las ideas y las costumbres.
Grandes escritores, como Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Diderot, animan la opinión pública, muestran la necesidad de las reformas, y estudian los medios de remediar los abusos.