
Napoleón, que quiere obligar toda la Europa a realizar el bloqueo continental, coge a Portugal, a los Estados del Papa, e impone para rey a España a su hermano José.
Los Españoles declaran a los Franceses una guerra a muerte.
La victoria de Medina del Río Seco (1808) permite a José entrar en Madrid, pero la capitulación de Dupont a Baylen le fuerza pronto a salir.
Napoleón pasa en España, adquiere brillantes victorias, expulsa al ejército inglés y restablece a José.
Austria, que espera levantar Europa contra Francia, se combina a Inglaterra; pero Napoleón lleva a cabo sobre el Danubio, pega a los Austríacos a Eckmühl, y, después de haber evitado un desastre a Essling, adquiere una victoria decisiva a Wagram.
Los Ingleses son victoriosos en España pero pegados en Bélgica.
Austria supida firma el Tratado de Viena, por el cual se adhiere al bloqueo continental y cede a Francia las provincias Illyriennes (1809).
