Napoleón, aprovechando la impopularidad de Luis XVIII, descarga en Francia y vuelve a ser Emperador; Luis XVIII se huye (marzo 1815).
La coalición se reforma inmediatamente contra Francia.
Presionado tomar la ofensiva, Napoleón va con 125.000 hombres solamente delante de los Prusianos y de los Ingleses: pega el Prusianos a Ligny, en Bélgica (16 de junio).
Pero se aplasta en Waterloo por los Ingleses y los Prusianos reunidos (18 de junio).
Abdica por segunda vez, después de ciento días de poder, y se suministra a los Ingleses, que lo desplazan a Santa Elena.
Luis XVIII vuelve a entrar a París con ellos; se disuelve al ejército del Loira, y se reduce Francia a firmar los Tratados de 1815, que le retiran Saboya, varios lugares de su frontera del Norte, finalmente las dos Antillas y la Ile de France.
Las otras potencias se aumentan; Inglaterra extiende a su imperio marítimo, Austria domina Italia, la Prusia se aumenta de todos los lados; Rusia se convierte en un imperio formidable.
Los Estados secundarios son dominados por una de las cuatro grandes potencias enemigas de Francia.
Se destruye el equilibrio europeo.